2/6/09

Inolvidable


Sigo pensando en ti, cuando duermo, cuando observo y cuando sueño;aún en el más solitario ocaso y entre la acreciente multitud, sigues siendo tú y nada más. La vida sigue y tu no estás, ni tu cuerpo, ni tus ojos, ni tus brazos los percibo junto a mí.
Aún recuerdo tu mirada, y las veces en que me perdí en ti.Sólo sé que fue el fundamento de este sueño y me alegro de haberlo hecho. Realmente no sé cómo sucedió ni por qué, si yo no necesitaba compañía, por qué viniste a confortarme y luego me mal acostumbraste, conocí el vergel de tu vida y ahora termino extrañándolo en la esencia de lo rutinario y la ausencia del paraíso.
Yo ya estaba acostumbrada a eso y a más, a la vida en cuando todo sucedía, sin objeción, simplemente así era mi perspectiva.Ahora me falta algo, una presencia, un alma, una persona, sigo hipnotizada, admirando un cuadro que pagaría sin ser observado, sólo contemplándolo y nada más, ocultándolo en mi alma que te tiene como prisionero, observado, castigado y con un egoísmo perpetuo.Miro el cielo, los árboles, cada cosa te tiene a ti, pasan los días, semanas y meses y el recuerdo se queda haciendo tan fuerte que por inercia apareces en esta sádica mente.Eres gravedad en un cuerpo frío, eres aire que respiroEres enfermedad que padezco y medicina que necesito. Saber de ti es torturarme, pues yo conozco mis debilidades y sé que contigo las haría imperdonables. Debido a esto prefiero los sueños, porque soñar me lleva a ti, me hace sentirte en el más salvaje pensamiento.El despertar es sinónimo de mi realidad, enmudece el corazón e incrementa mi razón, me hace saber que estás tan lejos de mí y que no te mereces a alguien como yo, pues a pesar de tu Vanidad el hilo de esto es más fuerte en mí, que si me entregara y apostara todo, el suicido sería la salida de esta impotente situación.Pero acaso ¿no es esto morir en vida, sabiendo que tú eres imposible, ilógico e irascible? ¿Qué más pasaría? Sé que al largarme aún me detendría el rastro de esta agonía, y aún así es tan difícil alejarme, como un cobarde frente a otro, dependiendo y necesitando, porque el círculo vicioso es tan difícil de romper que si la valentía no me faltó al conocerte ahora la carezco en ésta, mi inolvidable pasión.